viernes, 16 de julio de 2010

Del elefante español y sus independentistas II

Family - Un soplo en el corazón (1993)
- empapado en poesía sigue el camino de kerouac -

"Miramos aburridos por el ventanal para inventar otra vida en la misma ciudad". Con esta frase introductoria, Un soplo en el corazón se presenta inconforme con la realidad que le tocó vivir. En su insatisfacción, hace un escrutinio de sus recuerdos y posibilidades que esa alternancia reclama. Para Family, esta primera y última obra, es un viaje de nostalgia, donde las memorias opacan la visión del presente: "Soñar el verano en el que fuimos novios y poderle cambiar el final". Al mismo tiempo es el escaparte de una vida que no es mala, pero que podría ser mejor: "Nos iremos en un viaje infinito con esa tonta sensación de libertad, hacia el fondo de ese mundo del que me has hablado tanto". Aún así, sus protagonistas han optado por empezar de cero: "Quiero vivir en otra ciudad porque tu risa ya no está con mi risa", según dice Yo te perdí una tarde de abril. Y para reafirmarlo El Mapa expresa algo similar: "Pesan más que mi equipaje, el dolor y la tristeza, el porque de este viaje". Con melancolía heredada de bandas como The Cure, Depeche Mode y New Order, Family equilibra sus programaciones robóticas con letras enigmáticas que algunos prefieren llamar poesía. Nadadora, canción insignia, narra el extraño encuentro de un hombre con una supuesta sirena: "Ella suele descansar con los pies en el agua, tiene azul el corazón de nadadora". El simple pero marcado golpeteo al bajo refleja al álbum entero: Estructuras sencillas, elementos casi mínimos y letras tan breves como los recuerdos mismos. Un soplo en el corazón es la historia de la ausencia, manifestada en viajes, añoranzas y hubieras. Forzado a ser uno de los arquetipos del pop en España por un exagerado culto en su país, el álbum cobra mayor relevancia cuando su influencia se refleja en las bandas del nuevo milenio.

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